Ha sido una semana de aprendizaje en donde he enfrentado miedos, decisiones y cambios. Los miedos al pensar que las cosas no están bien, que nos hacen enfrascarnos y no nos permiten continuar por el lugar indicado, el camino se vuelve nublado, las ideas son confusas.
Al estar en un camino nublado el tomar decisiones se te hace imposible, y las que tomas en esos momentos generalmente no son las mejores. Por eso he aprendido que el observar pacientemente y el esperar, son los mejores aliados en momentos difíciles, así hice esta semana.
Observé una y otra vez lo que me ocurría a mi misma, me repetía cada vez más y más: ¿qué es eso que tengo que aprender? Porque si de algo estoy segura, es que cada experiencia tiene la finalidad de enseñarnos algo, de darnos la oportunidad para crecer.
La respuesta vino de poco en poco, pero valió la pena. La más grande lección que he tenido esta semana es que los seres humanos siempre tendremos algo que nos diferencie uno de otros, cada uno es único en su forma de ser y pensar, aunque a un nivel mucho más amplio todos somos iguales, porque todos somos luz. Esa autenticidad de cada ser a veces nos hace repelernos o atraernos uno de los otros, pero lo que si es cierto es que cada uno cuenta en esta tierra, todos valemos. Cada pensamiento, cada idea y cada opinión. Mientras sepamos eso y los respetemos nuestro desenvolvimiento con otros será cada vez mas cálido y placentero.
Otra cosa que aprendí es que mi cuerpo merece el mejor de los tratos, y cuando éste te envíe una señal de que no se encuentra bien debemos prestarle toda la atención y hacer todo lo posible para que éste logre su completo balance. Nuestro cuerpo es nuestro único verdadero medio de transporte y comunicación, porque sin él ¿cómo haces una llamada telefónica? O ¿cómo te subes al carro y lo manejas? Nuestro cuerpo nos permite trabajar, y lo mas importante nos mantiene vivos. Dale los mejores alimentos, frutas, vegetales, alimentos orgánicos y llenos de minerales y vitaminas, AGUA!! Ejercicios… Creo que abusamos de nuestro cuerpo, o al menos yo lo he hecho.
Esta semana aprendí eso y muchas más cosas, aprendí a abrir mas mi corazón, especialmente cuando mi cabeza me dice que lo mantenga cerrado, aprendí a darme mas tiempo para comprender y para aceptar. Aprendí que lo que otros eligen para sí mismo, no es precisamente lo mejor que yo pueda ver para ellos, pero es su decisión y yo debo respetarla. Aprendí que todos somos poderosos y tenemos el poder para cambiar al mundo, sólo que son tan grandes nuestros miedos y escuchamos tanto a los demás que no nos permitimos escuchar los secretos que se encuentran dentro de nuestro ser.
Pero lo mas grande que aprendí, es que digan lo que digan al final siempre hay una luz que cualquiera puede encontrar cuando así lo quiera, y esta luz es la luz del amor. Que no debo detenerme porque las cosas no son exactamente como las quiero, porque la manera como están ahora es exactamente lo que necesito para aprender.
No te rindas, no te preocupes, pero sobretodo no dejes de creer que todo estará bien.
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